La estilista falleció el pasado miércoles tras recibir 20 puñaladas
Escrito por: Miguel Cruz Tejada
Nueva York, sábado.- 10.- agosto.- 2019.– Una ciudad acostumbrada a ver los más cruentos crímenes de todo género, sigue estremecida después que este viernes comenzaron a difundirse por primera vez las horrendas imágenes del brutal asesinato de la estilista dominicana Carmen Iris Rodríguez González, de 35 años de edad, en el salón de belleza y spa donde estaba trabajando en Queens el miércoles, cuando su esposo, William Rivas, entró con cuchillo en mano y la sorprendió por la espalda, apuñándola con saña.
Rivas, logró zafarse de los esfuerzos de varias compañeras de trabajo de Rodríguez, que lo enfrentaron con jalones, desgarrándole la camisa por la espalda, mientras una de las defensoras, retrocedió con una silla con la que iba a golpear por detrás al desquiciado asesino.
Las imágenes de la cámara interior de seguridad del salón, muestran a Rivas, nativo de Moca al igual que la víctima, entrando furioso y raudo, empujando a una de las mujeres que intentó cerrarle el paso.
Se dirige rápido hacia su esposa, que se había separado de él en enero de este año, y comienza a acuchillarla inmisericordemente.
Ella, cae al piso donde él siguió dándole puñaladas, mientras la indefensa mujer hacía débiles e inútiles gestos con las manos, como implorándole piedad.
Cuando el asesino la vio desplomarse definitivamente y sin movimiento, boca arriba en el piso, se detuvo.
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Tiró el cuchillo, sacó una botella de alcohol, se bebió un largo trago, comenzó de pie a hablarle a la muerta, hizo una llamada desde el teléfono del salón y después se agachó para abrazar y susurrarle palabras inaudibles al cadáver de su esposa.
En las imágenes, aparecen las mujeres retrocediendo después de convencerse de que no podían impedir el brutal crimen.
Algunas clientas se metieron debajo de los escaparates del salón para protegerse de la furia del obsesivo y enfurecido asesino.
Cuando la policía llegó a la escena, todavía Rivas, estaba encima de la muerta, llorando y hablándole.
Los agentes, tuvieron que despegarlo del cuerpo de Iris con fuertes jalones, tomándolo por los tirones traseros de la camisa desgarrada.
Intentó suicidarse dándose puñaladas en ambos brazos y fue ingresado en el mismo hospital de Queens, donde su esposa fue declarada muerta.
Este viernes, no pudo ser instruido formalmente de las acusaciones en la cama del hospital debido a su condición, dijeron los fiscales de Queens.
Es acusado por cargos de asesinato y posesión criminal de un arma.