Escrito por: Luis Manuel Gómez Gatón
Santo Domingo, sábado, 1ro, agosto, 2020.– Día a día descubro amigos molestos con Dios. No comprenden el por que de las guerras, las enfermedades, las miserias; oigo sus quejas y sé que algunos hasta reniegan.
(Foto de Luis Manuel Gómez Gatón, autor del presente trabajo de opinión)-
De vez en cuando, uno que otro me reclama por cosas para ellos incomprendidas, cual si fuese yo oráculo o muro de lamento. Pero yo no soy voz para respuestas, no las tengo. Al igual que ellos solo intuyo preguntas y pregunto, no a Dios sino al mundo:
¿Quién escogió las ideologías y los malos gobiernos, por encima de los mandamientos?
¿Quién escogió el néctar envenenado de los políticos, antes que el discernimiento de la Palabra de Dios?
¿Quién descifró el código genético, no para bien sino para maldad?
¿Quién fabricó las armas que asesinan gentes y pueblos?
¿Quién tuvo predilección por los poderosos que explotan al pobre?
¿Quién ha preferido el lenguaje sinuoso de los portentos de la prensa y de Hollywood antes que el discernimiento de la Palabra?
¿Quiénes está detrás del tráfico de personas y de las drogas?
¿Quiénes contradijeron las profecías y advertencias del Dios Altísimo?
¿Quiénes asesinan a los profetas, enviados por el Dios Altísimo, para advertir los peligros que avizoran al mundo?
Pregunto y en medio de las preguntas leo el evangelio de Marcos:
«Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado.» Marcos, 15 – Bíblia Católica Online