Escrito por: Dulce María Reyes
SAN PEDRO DE MACORIS, domingo 08 de julio 2024.- Fueron sepultados en la mañana de este domingo los restos mortales del ingeniero y abogado Oscar Mejía Vásquez, cuyo deceso se produjo en Plaza de la Salud el pasado viernes, donde fue internado aquejado de un cáncer de próstata que le hizo metátesis en los huesos, pulmones y el hígado.
El cadáver de Mejía Vásquez fue sepultado en el cementerio de la comunidad de Santa Fe
Oscar Mejía fue una reconocida figura pública al destacarse durante la dictadura de los 12 años del presidente Joaquín Balaguer por su férrea militancia revolucionaria en cuyo accionar sobresalió como dirigente del Movimiento Popular Dominicano ( MPD), organización en la que se organizó durante la Revolución de abril de 1965, en dicha contienda participó con apenas 15 años, demostrando arrojó, valentía y coraje.
Por su larga trayectoria como dirigente estudiantil tanto en la secundaria como en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), ambiente donde fue dirigente fundador de la Union de Estudiante Secundario (UER) y luego de FRAGUA en la UASD.
Posteriormente alcanzó notoriedad política en las filas del MPD, organización a la que se consagró con ahincó y decisión política.
Con los años pasó del MPD al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) donde también ocupó posiciones importantes en su dirección política. En el gobierno de Hipólito Mejía fue encargado de ingeniería del Ministerio de Cultura en la gestión de su gran amigo Tony Raful.
Tras la crisis que dividió al PRD se convirtió en los fundadores del Partido Revolucionario Moderno (PRM), en esta organización alcanzó importantes posiciones dirigenciales, al momento de su muerte ejercía de supervisor de obras en el Ministerio de Obras Públicas.
Oscar, como era llamado por todos, se caracterizó por su abierta solidaridad y espontanea afabilidad social, bohemio, poeta callejero, cultivó el canto con dedicación artística. En los últimos años se le veía en los eventos de karaoke, donde acompañado de pistas cantaba sus canciones preferidas; disfrutaba su inclinación artística con satisfacción personal.
Su fallecimiento fue ampliamente comentado en las redes sociales de los grupos de compañeros de su época. El reconocido medico Hipólito Medina (Morocho) y el periodista y escritor Enrique Cabrera Vásquez (Mellizo), pronunciaron discursos panegíricos en el cementerio despidiendo sus restos mortales. Ambos destacaron su valía personal, integridad moral y el ejercicio ético de su capacidad profesional