La Paz, dic (EFE).- La Policía boliviana detuvo a un médico como presunto autor de la violación de un bebé de ocho meses que posteriormente murió a causa de los daños internos sufridos, informó hoy la Fiscalía.
Según señaló en un comunicado la fiscal departamental de La Paz, Patricia Santos, existen «suficientes indicios» sobre la autoría de la violación al pequeño, que vivía en un hogar de acogida de La Paz en el que trabajaba el médico ahora detenido.
La autopsia forense, explicó Santos, concluyó «que hubo coito anal en el bebé y que fue objeto de vejámenes sexuales».
Este caso, que tuvo lugar el pasado 13 de noviembre, causó conmoción en la sociedad boliviana y provocó reacciones al más alto nivel, además de poner en evidencia la precariedad de los orfanatos y las debilidades de la Justicia para aclarar el caso.
El médico, que ha sido encarcelado preventivamente, «era el único varón que tenía acceso a todos los ambientes (del orfanato), no ingresó ninguna otra persona extraña o sospechosa al lugar, él conocía la rutina de las cuidadoras de los niños», refirió la fiscal.
El Ministerio Público considera que el detenido aprovechó un momento de ausencia de una de las cuidadoras para violar al bebé.
El pequeño Óscar Alexander fue llevado el 13 de noviembre al Hospital del Niño de La Paz, donde fue reanimado tras entrar en parada cardiorrespiratoria, y posteriormente derivado a otro hospital debido a que la unidad de cuidados intensivos estaba saturada.
La muerte del bebé tuvo lugar en ese segundo hospital, y la autopsia posterior determinó que el fallecimiento se debió a una hemorragia interna provocada por un supuesto abuso sexual.
Desde que el caso salió a la luz han sido detenidas al menos doce personas, de las que dos se encuentran en prisión y el resto bajo detención domiciliaria.
La mayoría de los detenidos son médicos y otros profesionales sanitarios de los dos hospitales que atendieron al bebé, situación que ha provocado protestas de ese sector, que ya ha protagonizado varias huelgas para exigir la libertad de sus compañeros al considerarlos cabezas de turco.
Al respecto, la fiscal departamental aseguró este martes que «el Ministerio Público no está realizando ninguna cacería de brujas con relación a los médicos». EFE