Houston (EEUU), 24 de Enero (EFE).- El legendario Ernie Banks, que ganó dos veces el premio de Jugador Más Valioso (MVP) con los Cachorros de Chicago, falleció la pasada noche a la edad de 83 año, de acuerdo a la información ofrecida por el equipo, que no dio detalles sobre la causa de su muerte. Nacido y criado en Dallas (Texas), Banks empezó a jugar béisbol por el deseo de su padre, que quería que fuera un pelotero, y luego le tomó cariño al deporte y se estableció como estrella en sus años de secundaria, al mismo tiempo que competía en atletismo, fútbol americano y baloncesto.
Se incorporó a las Ligas Negras cuando tenía 17 años y descubierto por Cool Papa Bell, quien le fichó para que jugara con los Monarchs en 1950. Banks sólo pudo participar en una temporada antes de ingresar al servicio militar y regresó a Kansas City tras recibir la licencia del ejército, y jugó un año antes de llegar a los Cachorros con los que estuvo 19 y brilló a pesar de malos resultados año tras año, de ahí que al final se ganase el apodo de “Mr.Cub”. Además tenía una frase predilecta- “Es un grandioso día para jugar pelota. ¡A jugar dos!”, que se mantiene todavía como uno de los preferidos en el Wrigley Field, el estadio de los Cachorros.
Banks fue el primer pelotero de un equipo con marca negativa en ser consagrado como el MVP, en la campaña de 1958, y luego repitió en la de 1959, convirtiéndose en el primer jugador de la Liga Nacional en ganarlo en años consecutivos. Como profesional logró 512 jonrones en su trayectoria en las mayores, incluyendo cinco temporadas en las que bateó 40 o más.
“Las palabras no pueden describir cuán transcendental será Ernie Banks para los Cachorros de Chicago, la ciudad de Chicago y el béisbol de Grandes Ligas. Fue uno de los grandes peloteros de todos los tiempos”, destacó Tom Ricketts, el presidente ejecutivo de los Cachorros, en una declaración escrita.
“Fue un pionero en las mayores. Y mucho más importante, fue la persona más cariñosa y más sincera que yo he conocido”. El directivo de los Cachorros reiteró que “Ernie Banks es y siempre será Mr. Cub”. Aunque fue seleccionado 11 veces al Juego de Estrellas entre 1953-71, Banks nunca pudo actuar en la fase final. Solamente seis veces en su carrera, los Cachorros lograron .500 de marca al concluir la temporada. Banks fue elevado al Salón de la Fama en 1977, en su primer año de ser elegible, y fue incluido en el denominado “Equipo del Siglo” en 1999.
Pero sobre todo siempre cautivaba su radiante sonrisa y buen humor y eso fue lo que hizo posible que pese a la mediocridad de los Cachorros le convirtió en un favorito de la afición del equipo de la Liga Nacional, que en una votación le proclamaron como el mejor jugador en la historia de la franquicia.
El actor Bill Murray, uno de sus admiradores, le puso a su hijo el nombre de Homer Banks Murray. El 14 de Banks fue el primer número retirado por los Cachorros, y está colgado del poste de foul del jardín izquierdo en Wrigley Field. “Me gustaría llegar al último partido de la Serie Mundial en Wrigley Field y batear tres jonrones”, dijo en una ocasión. “Es lo que siempre quise hacer”.
Banks jugaba con los Monarchs de Kansas City de las Ligas Negras cuando los Cachorros le descubrieron en 1953 y pagaron 10.000 dólares por su contrato. Luego debutó en las mayores como torpedero el 17 de septiembre de ese mismo año, y tres días después conectó su primer jonrón.
Banks por su altura no parecía ser el típico bateador de poder, menos cuando se colocaba en el plato, donde lo subía alto y haciéndole mover al esperar los lanzamientos y gracias a sus muñecas fuertes, y su swing compacto y vertiginoso, conectaba jonrones con facilidad. Cuando cambió a un bate más liviano previo a la temporada de 1955, se pudo apreciar su poder al conectar 44 jonrones esa temporada, incluyendo tres contra los Piratas de Pittsburgh, el 4 de agosto. Sus cinco grand slams ese año fijaron un récord en las mayores, el cual se mantuvo más de 30 años hasta que Don Mattingly pegó seis en 1987.
La mejor temporada de Banks fue la de 1958, cuando bateó para promedio de .313 con 47 jonrones y 129 impulsadas, que le permitieron en el apartado individual superó a Willie Mays y Hank Aaron para obtener su primer premio MVP.
Banks repitió el año siguiente, otro desastroso de los Cachorros, con promedio de .304 y 45 jonrones, además de liderar el Viejo Circuito con 143 impulsadas. La temporada de 1960 fue el campeón de jonrones de la Nacional, la cuarta seguida con 40 o más. Su acumulado de 248 jonrones entre 1955-60 marcó la mejor marca en las mayores, por delante de Aaron y Mays.
Aunque Banks no volvió a superar la barrera de 40 jonrones tras 1960, alcanzó el hito de las 100 remolcadas en otras tres oportunidades, la última vez en 1969. Banks, con 38 años, bateó para .253 con 23 jonrones y 106 impulsadas, y fue seleccionado para su undécimo Juego de Estrellas. Llegó a los 500 jonrones el 12 de mayo de 1970, convirtiéndose en el octavo pelotero que en ese momento alcanzó esa marca.
Banks se retiró tras la temporada de 1971 después que estableció la mayoría de todas las marcas de bateo de los Cachorros, algunos de los cuales aún siguen vigentes. También ganó un Guante de Oro como torpedero en 1960, pero pasó a la primera base en 1962, donde disputó 1.259 juegos y 1.125 como campocorto.EFE rm –