SANTO DOMINGO, 21 de Mayo del 2016.-El candidato a alcalde por Santo Domingo Este, Manuel Jiménez afirmó este viernes que lo ocurrido en el pasado proceso electoral constituye “el más colosal fraude de la historia del país”; al tiempo que decidió retirar sus delegados de la Junta Municipal de esa demarcación.
Jiménez calificó el proceso electoral como fraudulento en el que predominó la alteración de actas, la compra de delegados y alteración de resultados.
Denunció que más de 261 mesas fueron violadas y de todo eso responsabilizó al Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
«En SDE se detecta una irregularidad mesa por mesa, llegaron mil y pico de valijas sin actas y dos días después es que nos enteramos de eso tan grave», manifestó Jiménez al encabezar una vigilia frente a la sede local de la Junta, acompañando a la Red de Mujeres que apoyas sus aspiraciones.
Jiménez afirmó que depositará una instancia por ante las diferentes embajadas con las que el país tiene relaciones diplomáticas, para que se hagan eco de las que calificó como graves anomalías que se han detectado luego del proceso del pasado domingo.
Consideró que el partido de Gobierno obtuvo lo que en derecho tenía que obtener, “pero no entiende por qué quiere ganar donde no ganó, por qué lo quiere todo, por qué hacer trampa si ya tienen mayoría”.
Afirmó que muchas personas votaron por su propuesta porque concitó la confianza de la gente y que además personas que estaban alejadas de la política vieron en él una esperanza de cambio.
Retira delegados
Haciendo público sus temores de que se puedan perder vidas humanas, especialmente de las de sus filas, tomó la decisión de retirar a sus delegados de la Junta Electoral Municipal.
“Hemos decidido aquí en Santo Domingo Este retirar a todos nuestros delegados de esta Junta Municipal, lo primero es la falta de garantía en el ejercicio de sus funciones allí dentro”, denunció.
Alegó que la desconsideración y la humillación de la que son objetos sus delegados cada minuto, así como la persecución hasta en el baño y los desmanes a que son sometidos son asqueantes.
Indicó además que la intolerancia de parte de los militares y los agentes del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) les están haciendo la vida imposible y los pone en riesgo de hasta perder la vida.