Aunque las hospitalizaciones después de una noche de placer son cada vez más frecuentes en países como Estados Unidos. Italia o México, los suecos han vuelto a tomar la delantera en el sexo.

Ochenta y dos personas fueron ingresadas con juguetes sexuales atascados en el organismo en el mes de julio, según un estudio realizado en el Hospital General del Sur de Estocolmo. El 40 por ciento de los juguetes extraídos eran consoladores y pelotas.

Fuente: Yahoo Noticias, Mariángela Velásquez,

24.- octubre.- 2018.- El Instituto Sueco de Estándares (SIS) ha propuesto imponer normas rigurosas a los fabricantes de objetos sexuales para evitar que los excesos eróticos se conviertan en un problema de salud pública (Foto: Getty)

Ahora es más fácil que nunca comprar un juguete sexual por internet y también es mucho más sencillo terminar en la sala de emergencias con uno de esos objetos atascados en la vagina o en el recto.

Por ese motivo, el Instituto Sueco de Estándares (SIS) ha propuesto imponer normas de producción y calidad a los fabricantes de objetos sexuales para evitar que los excesos eróticos se conviertan en un problema de salud pública.

Aunque las hospitalizaciones después de una noche de placer son cada vez más frecuentes en países como Estados Unidos. Italia o México, los suecos han vuelto a tomar la delantera en el sexo.

Suecia se hizo célebre por ser pionera en las películas para adultos en la mitad del siglo pasado y también en ser el primer país en establecer la educación sexual obligatoria en las escuelas.  (Un juguete sexual (Foto:Getty)
En todo el mundo son populares las tiendas de juguetes sexuales, pero practicamente ningún país tiene normas al respecto (Foto: Getty)

Ochenta y dos personas fueron ingresadas con juguetes sexuales atascados en el organismo en el mes de julio, según un estudio realizado en el Hospital General del Sur de Estocolmo. El 40 por ciento de los juguetes extraídos eran consoladores y pelotas.

Anna Sjögren, representante SIS, dijo al diario The Local que como los juguetes eróticos se usan en todas partes del mundo era importante el desarrollo de estándares globales para evitar las lesiones más frecuentes.
Lo que dicen los mexicanos

Aunque los suecos ya están tomando cartas sobre el asunto, los mexicanos no se han quedado atrás en la observación de los problemas médicos que ocasiona el sexo con objetos.

(Botella de cerveza en colon y recto de paciente sin señal de perforación. Dr Daniel J Bell, Radiopaedia.org)

La Revista de Gastroenterología de México publicó en su edición de julio a septiembre de 2017 el caso de un hombre de 55 años que fue admitido al departamento de urgencias con un dolor abdominal por un vibrador que introdujo en su recto.

El paciente fue afortunado porque declaró en la entrevista clínica la causa de su malestar, que fue solventado con el uso de un fórceps sin dejar daños permanentes.
La publicación indicó que con frecuencia los pacientes “inventan historias inusuales para explicar la presencia del objeto dentro del recto”.

Al igual que en la investigación sueca, la revista mexicana dijo que entre los objetos más comunes se encuentran los vibradores y las pelotas, además de las botellas, objetos cilíndricos, verduras y frutas.

Otro dato es que 3 de cada 4 pacientes que tienen que recurrir al médico para liberarse de un objeto introducido en el cuerpo durante el sexo son hombres.

La explicación de la ciencia es que es más sencillo sacar objetos de la vagina que por el ano.

La nueva sombra de Grey

En Estados Unidos, la literatura parece estar influyendo en la popularidad de las prácticas sexuales extremas.
La serie de novelas eróticas de L.E. James fue llevada al cine con 3 películas protagonizadas por Dakota Johnson y Jamie Dorman.

Las emergencias hospitalarias por el uso de juguetes sexuales fueron detectadas en Estados Unidos desde 1991 pero las lesiones durante actos sexuales se duplicaron de una manera inexplicable a partir del 2012, según estadísticas de la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor.

Algunos observadores creen que no es una coincidencia que en 2011 fue publicada la popular novela erótica 50 sombras de Grey de la autora británica L.E. James. Una particularidad del alza de las emergencias por lesiones sexuales fue que el 83 por ciento de los atendidos requerían la extracción de algún objeto foráneo.

El diario The Washington Post señaló que no existen pruebas científicas que vinculen el incremento de las complicaciones médicas a la imitación de las prácticas eróticas de Christian Grey, el enigmático protagonista de la novela que muestra una fuerte predilección por la dominación erótica y el sadismo. Pero no duda de que pudiera haber tenido alguna influencia.

Ingenio y sentido común

En la literatura médica son cada vez más frecuentes los reportes sobre los aprietos que enfrentan los especialistas para resolver los entuertos de los aficionados a la experimentación sexual.

Unos médicos italianos se vieron en la necesidad de fabricar un artefacto en la sala de emergencias para extraer un juguete sexual de 60 centímetros de largo de un hombre de 31 años, publicó la Revista Médica Británica (BMJ) en septiembre de 2018.

El paciente decidió buscar ayuda médica después de pasar 24 horas en casa intentando zafarse del consolador que quedó atrapado dentro de su organismo durante un acto de autoerotismo.

“Fracasamos en extraer el objeto raro usando otras técnicas debido a la rigidez, suavidad y tamaño del objeto”, explicó el equipo de cuatro doctores, quienes crearon un lazo con alambre médico y un catéter para asir el objeto con el agarre justo para sacarlo del intestino del paciente.

Pero en otro caso divulgado por BMJ, el paciente no tuvo tanta suerte y fue intervenido de manera quirúrgica porque perforó sus intestinos con un consolador enorme.

Los expertos han advertido sobre la peligrosidad del uso inadecuado de los juguetes eróticos y apelan sentido común a la hora de seleccionarlos. Algunas de las sugerencias es que el juguete debe poseer una agarradera o mango ergonómico para manipularlo de manera segura o que tenga una base chata que no pueda introducirse por el recto.

La idea es evitar que un momento de placer se salga de las manos y termine en una prolongada visita al hospital.